El pasado lunes tuvimos el placer de tener en la Bibliocarballeira a nuestro querido
compañero Francisco Gimeno Suances, profesor de Filosofía (Paco en adelante, que hay
confianza). Tuvo la gentileza de acercarse al que fue su centro durante tantos años para
presentarnos su poemario Beula.
El encuentro comenzó con una excelente captatio benevolentiae que Paco dirigió a
quienes fuimos sus antiguos colegas y a algunos alumnos, advirtiéndonos de que él no
se consideraba en absoluto filósofo: “sí profesor de filosofía, pero no filósofo”, insistió.
Decimos que esto no es más que un recurso retórico porque si algo tenemos claro es que
Paco es un auténtico filósofo, y ha escogido uno de los mejores canales para la
presentación de sus cavilaciones: la poesía.
La filosofía la define el diccionario como “conjunto de reflexiones sobre la esencia, las
propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el
hombre y el universo”; y eso, precisamente, es lo que nos encontraremos en Beula: un
conjunto de bellas reflexiones (el género obliga) sobre el paso del tiempo, la decrepitud,
la muerte… concebidas y gestadas “en la ingobernable región de la noche, el
subconsciente y los sueños, un intermundo que comunica el mundo Espiritual y
Terrenal”. Es la misma Beulah de William Blake, ese territorio en el que el poeta inglés
suprime las leyes de la lógica y la razón para posibilitar la recuperación del estado creativo
esencial (no olvidemos que Paco es especialista en este poeta).
Y si no, aquí la prueba:
Duerme y observa.
Nada se olvida.
Nunca es la vida
culpa de nadie.
No es responsable la semilla, no lo son
el feroz ni el humillado
el cuarzo creciendo insomne
la bruma por el amanecer estrangulada
el aire
el peso
la pupila atrapada en la ceniza.
Despierta y olvida. Todo es murmullo.
“¿Qué nos quiere contar el poeta? ¿Qué es lo que realmente nos cuenta? El poeta deja
espacio a quien lee. Parece decirnos: Iluminadlo vosotros. Yo ya os he traído hasta aquí”.
Con estas palabras presenta Beula Miriam Ferradáns en un maravilloso prólogo que
acompaña el libro y que deja clara esa invitación a la reflexión que es el poemario en su
conjunto. O quizá no, y simplemente debamos limitarnos, el que pueda, a disfrutar de su
innegable belleza.
Léanlo y podremos discutirlo. ¿Es o no es filosofía?
Equipo Biblioteca
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