Una gincana de conocimientos
Cientos de personas participaron ayer en la Feira da Ciencia e Literatura de Bueu
César Collarte Bueu 15.04.2018 | 05:15
Uno de los puestos instalados en la carpa de la Feira da Ciencia e Literatura de Bueu. // Santos Álvarez
Nunca ciencia y literatura se habían combinado tan bien para servir como foco de atracción a los cientos de personas que ayer se pasaron por la Praza Massó o por las diferentes charlas que acogió el Museo Massó. Y es que el trabajo realizado por los profesores y el alumnado del Johán Carballeira, en colaboración con los colegios de A Pedra, Montemogos y A Torre-Cela, además de otros colectivos, sirvió para eliminar posibles prejuicios y ofrecer de una forma muy lúdica un auténtico caudal de conocimientos. La experiencia sembró la semilla para acercarse con otros ojos a ciencia y literatura.
La Praza Massó se convirtió ayer en un circuito del saber en el que cientos de personas pudieron acercarse a los fundamentos científicos que se incluyen en obras literarias tan clásicas como La isla misteriosa o Frankenstein y modernas como Septiembre puede esperar o Os nenos da Varíola. La autora de esta última, María Solar, fue una de las invitadas de la primera edición de la Feira da Ciencia e da Literatura de Bueu, que se celebró ayer con una gran acogida de público, y con la presencia, entre otros, del alcalde de Bueu, Félix Juncal, y del delegado en Pontevedra de la Consellería de Educación, César Pérez Ares.
La organización planteó la experiencia como una gincana en la que los participantes -niños en su gran mayoría- debían participar en diferentes experimentos saltando de stand en stand mientras conocían de primera mano los temas científicos que aparecen en las nueve obras seleccionadas para la ocasión. Y quién mejor que los propios estudiantes para poder explicar a los visitantes y poner en práctica todo lo aprendido en las clases. Si la mañana se dedicó de lleno a este juego educativo, el programa de la tarde estaba jalonado por charlas y obradoiros para completar ese paseo por dos disciplinas que parecían tan alejadas.
El Museo Massó acogió sendos obradoiros sobre Julio Verne y sobre cómo orientarse en el mar, y en las carpas se pudo conocer cuestiones de tipo médico como el uso de desfibriladores en una charla impartida por Carlos Eirea. María Solar que acudía con su libro Os nenos da varíola, se maravillaba por las explicaciones que los alumnos hacían de las vacunas, y los más pequeños disfrutaban de un cuentacuentos. El broche de oro lo pondría una charla sobre contaminación lumínica, completada con una observación astronómica. Todo para que la feria se confirmase como una buena alternativa de ocio que hace pensar en próximas ediciones.
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